Decirles que tengo la formula perfecta para esto es mentira, pero probablemente mi experiencia le sirva a algunos. Inicie con un equipo a cargo a los 23 años, poco tiempo después de salir de la universidad, estudié Economía y aunque me fue bien en la carrera, nadie me dijo que era liderar un equipo, la verdad aún sigo aprendiendo, pero en estos siete años he sacado conclusiones importantes.
- No le hagas a tu equipo lo que no quieres que te hagan a ti: Antes de ser emprendedora, fui empleada en una gran empresa y aunque en general tuve un buen jefe. En los momentos de dificultades me pregunto, cómo me gustaría que me tratarán si yo fuere el colaborador.
- Salarios emocionales: Hay cosas que el dinero no puede pagar, así que no solamente un buen sueldo hace feliz a los tuyos, celebrar sus logos, permitir que el día del cumpleaños se comparta en familia, son detalles que marcan la diferencia y crean empatía con el líder.
- Cree en tu equipo: Sí, si en ocaciones me “sacan la piedra” pero es más el tiempo que me sorprenden con su trabajo. Cuando inicié en este cuento, hacía y revisaba todo, porque me daba miedo que se cometieran errores, aunque aún me cuesta soltar, he aprendido a hacerlo, respiro y entrego actividades. Lo mejor es cuando veo que se han ejecutado mejor de lo que esperaba
¿Cuál te funciona a ti?